sábado, 30 de mayo de 2009

The Dutch Courage

Hace un mes exacto que no escribo en el blog, pero es que de verdad, no hay mucho que contar. Qué queréis que cuente, fiestas? Es que pa eso… pues sí, para eso escribo hoy, porque no tengo mucha otra cosa que contar.

Mayo ha pasado volando, es que ni lo hemos visto venir. Un mes más de erasmus tirado a la basura. Ya he hablado con mi coordinadora erasmus y le he comunicado que no voy a hacer las tres asignaturas de las que estaba matriculado para el segundo cuatrimestre. El martes tengo una reunión con la jefa de mi departamento al respecto… creo que puede que es posible que quizá la haya cagado un poco con esta decisión. Razones? Principalmente pereza y dejadez, comodidad erasmusiana, y luego el motivo que me hace no sentirme tan mal es que a la compi que venía conmigo el primer cuatrimestre no le están convalidando nada y está teniendo mogollón de problemas en España con este asunto. Para qué aprobar asignaturas que no me van a convalidar después? Si es que el que no se consuela es porque no quiere, está claro.

Dejando a un lado el aspecto académico, podría decirse que el factor predominante en este mes han sido, como no, las fiestas.
Por fin abrimos la parte de atrás del caserón donde vivo. Limpiamos bien las terrazas y hemos creado lo que se ha denominado como las “Patio Parties”: para el que haya estado en fiestas en mi casa, lo mismo pero a mayor escala y en la parte de atrás (de una vez por todas se ha dejado de usar el salón/mi habitación). Para el que no, una fiesta en una casa con aproximadamente 150 griegos y griegas alcohólicos, sangría gratis y música poperra de la güena. En la Patio Party II me tocó el sector musical y en esa fiesta sonaron Little Toys, Miglé Chin, Johnny Cash, Carmensita, Led Zeppelin y “The man in me” de Bob Dylan, como está mandao.
En fin, fiestas gordísimas, demasiado alcohol y cosas para contar. Por ejemplo, al día siguiente de una de esas fiestas una tía me escribió en el facebook para decirme que se había olvidado la funda de su cámara en el patio. Bajé, y además de moscas y formigos ebrios de sangría por doquier, me encontré unos pantalones de tía, de esos cagaos como de tela. Cómo llegaron allí? Para mí es todo un misterio… Los llevaba en el bolso “por si acaso”? Se fue en bragas? Nunca lo sabremos, pero los tenemos en el suelo de nuestro salón como un bonito recuerdo. Además, en la funda de la cámara de la tía había un condón “Strawberry Passion” que dio lugar a múltiples y diferentes bromas.

La segunda de las tres que voy a contar es la de mi pumpleeeeee. El 14 de mayo me levanté por la mañana cabreao. Me felicitaron la noche anterior, pero me tuve que venir a casa sólo ante mi inusitada incapacidad para emborracharme y el estado de embriaguez del resto del grupo. Pues eso, que me levanté cabreado y decidí pagar mi cabreo con la cocina, cuyo sumidero llevaba 2 semanas aprox sin ver la luz del día, cubierto por pilas y pilas de cacharros sucios. Sin hablar con nadie y con mi música me ventilé la cocina en un par de horitas. Nuestras amigas griegas llegaron a casa, pero no me felicitaron, las muy perras. Yo ya to rayao, cogí y me fui a dar una vuelta.
Y cuando volví… SORPRESAAA!! Estaban todos en el patio, con gorritos de cumpleaños y estaban haciendo una pedazo de barbacoa que se cagaron las culebras de lo buena que estaba. Diréis: “qué típico”, pero de verdad, es que me quedé loco, no me lo esperaba para nada de esta gente, fue un detallazo increíble y me la colaron doblada. Incluso me regalaron un disco de Led Zeppelin! jeje. De todas formas pequé mucho de inocentón, porque repasando detalles después, tuvieron varias cagadas bastante gordas que deberían haberles delatado. Soy demasiado naíf.
Pues nada, un pedo bastante gordote, antesala de lo que sería el día después la Patio Party II.

La tercera se trata de la fiesta en la playa de Kalogria. Algunos amantes del facebook habréis visto de qué se trata. Kalogria es la playa de arena más cercana a Patras. Está a unos 20 kilómetros, pero como tenemos coche no hay problema.
Es momento de contar la historia del coche. Tenemos un gran amigo griego que se llama Kiriakos. El tío es la polla, es el que nos ayudó a conseguir la casa y nos ha ayudado un huevo para todo, salimos siempre con él y tal porque está aprendiendo español y además está como una puta cabra. El caso es que tiene bici, moto y coche, pero siempre se mueve sobre dos ruedas y no usaba el coche para nada, así que un día se me ocurrió la idea: “Oye, por qué no te alquilamos el coche? Te damos 100 pavos al mes”, y así fue. Por un módico precio tenemos un Volkswagen Polo super cascao pero que nos va de lujo para lo que lo usamos.
Nos plantamos en la fiesta a eso de las 12 de la noche, y nos quedamos locos. Había hogueras y antorchas por todas partes como iluminación, un equipo de música gordísimo, todo el mundo en bañador y bikini y llevando unas pulseritas luminosas… No sé, yo es que como soy de Madrid y nunca en mi vida había estado en una fiesta en la playa, a lo mejor estoy un poco flipao, pero es que a mí me pareció la ostia aquello.
Nos pusimos a beber como cosacos, acorde al ambiente general de la fiesta, y a eso de las 4 de la mañana ya estábamos completamente reventaos, algunos tirados por la arena, otros deambulando, otros subiéndose a una duna enorme de arena y bajando corriendo y/o rodando… lo normal a esas horas.
El caso es que a las 5 o así, de repente se empezó a gestar un mal ambiente generalizado por la zona de la playa en la que estábamos. Resulta que un grupo de chavales gilipollas le había robado una botella de sangría a una de nuestras amigas y se la habían bebido delante de nuestras narices. Vamos a ver, que no es por la sangría de mierda, es por el puto hecho de que sean tan subormales y vacilones de hacer eso y quedarse allí a tocar los cojones. El caso es que se montó la de dios, empezamos a discutir, empujones por todos lados, gritos, melés… incluso una botella rota por ahí. Tenía clarísimo que nos íbamos a pegar. Yo no he estado en una pelea en toda mi vida, pero de verdad que aquel día estaba dispuesto a todo, me habría pegado con quien fuese y no me importaba llevarme una ristra de ostias bien dadas, porque es lo que iba a pasar. Eran aproximadamente 9 o 10 tíos, y nosotros 4, de verdad que no exagero nada de nada. También es verdad que nosotros teníamos a Tony el rastudo, que fácilmente se hubiese bajado a 2 o 3 tíos él solo. En fin, el caso es que después de 2 putas horas de bronca, con varios momentos muy críticos, finalmente se fueron de una jodida vez y ni nos pegamos ni ostias.
La mañana la pasamos sobando en nuestra tienda de campaña, y el día siguiente bañándonos en la playa y torrándonos a 35 grados griegos.

3 comentarios:

Carola Rodríguez dijo...

Las fiestas en la playa son lo mejor que ha parido madre... de verdad

Y acabo de darme cuenta de que si has estado un mes sin escribir, he tenido un mes abierta en firefoz la pestaña de tu blog para leer la entrada anterior, la cual acabo de leer.

Sigue disfrutando anda, que luego vendrás al aburrido Madrid, donde se te echa de menos.

Un beso

Dani dijo...

mario, echaba de menos esto. grande grande!!

P.D: ya habrán terminado el "torneo" de tenis,no? tenemos que probar algún día de nuevo..

Sara dijo...

Me ha recordado al día en el que Dani nos contó cuando casi le pegan en Copenhague.
No te lo pasas bien, cabrón...
Te odio porque no te voy a ver antes de irme.

Sagapó!