I'm leaving now, adios

Estando de Erasmus en Grecia te puede ocurrir que estés tomando un café tranquilamente en una terraza y veas pasar una multitud de jóvenes armados con palos y hierros, ocultando sus caras con pañuelos y con mascarillas de hospital, llevando carros de la compra cargados hasta arriba con piedras (que previamente han arrancado del pavimento) y gritando enfurecidos.
Como consecuencia de esto, puede darse que repentinamente todo el mundo comience a llorar y no puedas respirar por haber inhalado gas lacrimógeno, y la gente tenga que cobijarse en las tiendas dejando las calles vacías.

Lo mismo te puede pasar que una mañana te despiertes a eso de las 15 p.m. y notes un penetrante aroma a naranja en tus manos, sin acordarte de a qué se debe. Más tarde y haciendo un importante ejercicio de memoria, puede que consigas recordar que la noche anterior fuiste a una bouzoukia y bailastes como un poseso al ritmo de danzas tradicionales griegas que no conoces. Al salir puede que estuviesen cayendo unos 500 cm. cúbicos de agua por metro cuadrado aprox. (una cifra al azar que espero que sea mucho), pero tú, lejos de buscar cobijo como un ser humano racional, te pusieras a correr con tus converse bajo la lluvia y a lanzarte naranjas con la gente jugando a rugby, béisbol y balón prisionero, todo eso al mismo tiempo.

Si estás de Erasmus en Grecia, es posible que puedas hacer una barbacoa a 20º de temperatura ambiental a día 17 de diciembre, tranquilamente y sin más abrigo que una chaquetilla cuando ya cae la noche.

Otra cosa que te puede pasar es que cambies tus hábitos y te vuelvas más responsable-guión-menos asquerosito con algunas cosas, y lo mismo te dé tender las bragas de tus compañeras de piso que comer pescado sin que tu madre te obligue, que ser el único en tu casa que friega los cacharros, que limpiar tu baño con unos preciosos guantes rosas que te hacen unas manos de lo más femeninas.

Puede ser que estando de Erasmus en Grecia conozcas la historia de Wanker Man (pronúnciese con voz de Barney al decir “Naked Man”) a.k.a. Funky Wanky, un hombre que se esconde tras los arbustos que hay de camino a casa de Peru y Haiz y te mira mientras se masturba. Si intentas ignorarle, ten por seguro que te chistará hasta que le mires y veas cómo lo hace.
Hasta ahora pueden dar testimonio de la historia de este súper hombre Nidhi, Dinah y Carlos. Espero tener la gran oportunidad de conocerle en un futuro.

Puede que si eres una belga de origen hindú de Erasmus en Grecia y le preguntes a un griego en inglés que dónde puedes coger un taxi, el griego en cuestión te lleve al borde de la carretera agarrándote por el brazo, te lo extienda y levante (típico gesto de parar un taxi), te diga: “tienes que hacer así” y te pregunte con cara de lástima: “pero tú de dónde vienes?”.

Siendo un Erasmus en Grecia, viajas. Puede que si además estás en Patras, te dé por marcarte un viaje de un día a Corinto y su bonito canal, a Epidauro y su teatro antiguo con la mejor acústica del mundo, y a Nafplio y su… castillo. Y como eres un puto gafe de mierda, es muy probable que cuando llegues a Nafplio caminéis 1 km. y pico por un camino de tierra, momento en el cual decidáis preguntar si ese es el camino que lleva al castillo, descubriendo que, evidentemente, no lo es.
La maldición de los castillos griegos sigue viva.
Si además descubres al día siguiente por boca de un panini italianini que podías haber subido al jodido castillo en el coche que habíais alquilado, ya si que es la repanocha.

A un Erasmus le puede ocurrir que vaya a la discoteca de moda de la más bella ciudad de Grecia, y un animador negro de 2 metros de altura y 4 de envergadura le intente arrancar la camiseta para que le haga un striptease a una chica por su cumpleaños. Puede que ese mismo Erasmus se encare al negro gigante en un acto de desesperación, y el tipo se achante, por no poder meterle dos ostias al trabajar para la discoteca.

Un chaval de Erasmus en Grecia puede coger un catarro. Es posible que en lugar de quedarse en casa y al ser el último día de sus amigos en Patras, decida salir de fiesta a una discoteca con más humo que la peli de La Niebla a darlo casi todo. Puede que a mitad de la noche se dé cuenta de que parece tener fiebre y de que lo de la garganta va a peor, pero aguante como un campeón. Al salir, es muy probable que sus amigos quieran comerse una pita de desayuno, y puede ocurrir que empiece a llover torrencialmente. Como es el último día de sus amigos, la despedida se prolonga durante una hora y media, mientras él aprende números en euskera.

Ese mismo Erasmus puede quedarse sólo en Patras, ya que todos sus amigos y compañeros se han ido ya a sus lugares de origen. Como consecuencia de la hipótesis anterior, puede que ese Erasmus se haya quedado afónico y no se haya dado cuenta hasta que ha intentado cantar el “Fortunate Son” de la Creedence Clearwater Revival a eso de las 16 de la tarde, ya que no tiene nadie con quién hablar.

Puede que estando de Erasmus en Grecia y a dos días de tu partida eches tanto de menos a tu ciudad y a tu gente que te encuentres a ti mismo buscando en google de qué va el Cortylandia de este año.


Los que me conocéis bien sabéis que me voy dentro de menos de 2 horas pero que evidentemente aún no he hecho la maleta, y no os sorprenderá leer que tengo que ir ahora a comprar, ducharme y afeitarme y tender la ropa.

3 meses y 3 días, para empezar.

Nos vemos el domingo.


P.D.: Por el camino se me quedan Haiz y Carlos, que no volverán después de Navidades, además de Andoni, amigo de Peru que ha pasado aquí una semana y que ha resultado ser una colaboración especial de final de temporada acojonante. Gran tipo Andoni.

Ice, te voy a echar mucho de menos. Mucho.
Más te vale volver en febrero. Yo te intentaré cuidar a Peru, aunque sabes que siempre que pueda le meteré una puñalada por la espalda con cariño.


Johnny Cash - I'm Leaving Now
http://www.youtube.com/watch?v=6sXMzE2q7cs