viernes, 3 de octubre de 2008

Medidas de emergencia

Qué apacible es la vida en Grecia.
Hoy hace exactamente 15 días que estoy aquí.
Sólo he tenido un día de clase (ayer). Sólo he puesto una colada (ayer). Sólo me he afeitado una vez (hace un ratejo).
Os comunico que mis mejores previsiones se han cumplido y sólo voy a tener clase 2 días a la semana, los martes 6 horas de inglés y los jueves 3 horas de griego. Yuju! Voy a aprender idiomas y todo.
Ayer me enseñaron el alfabeto griego, que es muy chulo: la v es la n, la n es la i, la h es otra i, la p es la r… y después hay otros muchos simbolitos raros que ya conocéis por las asignaturas de ciencias y por alguna marca de coches. Después de la difícil tarea de copiar el abecedario de la pizarra, nos dijeron que era suficiente por hoy, y nos largaron a casa. Sí amigos, en Grecia las cosas funcionan así.
Hemos tenido 3 meetings con nuestra coordinadora erasmus, Mrs. Bessy Kouri (que se pronuncia “Curí”, como Marie), y a los 3 ha llegado más de media hora tarde sin necesidad de poner ninguna excusa. Este país me va a gustar.

Pero vayamos por partes. Al margen del vergonzoso post de anoche, el otro día me cogí mi primer gran pedo erasmurl. Resulta que era la clausura del curso intensivo de griego que han estado dando en Patras los erasmitos de Tessaloniki y Atenas, y el TEI (mi universidad aquí, no lo repito más) organizó una cena de despedida, ahí de gratis.
Antonio y yo nos acoplamos como unos campeones, y aunque no hemos hecho el curso ni leches, nos plantamos en el autobús y nos metimos entre pecho y espalda una típica cena griega con su salsiki, sus souvlakis (así es como se escribe de verdad) y unas empanadillas rellenas de feta que no sé cómo se llamaban, pero estaban fetén (valga la redundancia). Y como todo esto así solo estaba muy seco, los sufridos camareros se pasaron toda la noche trayendo sin parar jarras de vinate. Asqueroso, pero tenía alcohol. Suficiente. Ya les enseñaré yo a estos griegos como preparar la auténtica vinchata.
Con estas nos encontramos a las tantas de la noche, bailando danzas griegas con profesoras cincuentonas completamente borrachas y desinhibidas.
Sin que nos demos apenas cuenta, era alrededor de la 1 de la noche y nos teníamos que ir.
Antonio y yo: - Camarera, pónganos un par de cervezas para llevar, parakaló.
La servicial y buenorris camarera nos saca unas botellas de esas de 50 cl que se llevan aquí (el tercio ha muerto) y se dispone a abrirlas.
Antonio y yo: - No, no, sin abrir, parakaló.
Camarera: - ¿Cómo que sin abrir?
Antonio y yo: - Sí, sin abrir. – cogiendo las botellas y yéndonos.
Cerveza gratis para el siguiente pub.
Salimos fuera y nos damos cuenta de que el bus que nos había traído se ha volatilizado. Típica divagación de borrachos deambulando sin rumbo e interactuando, ya sabéis el tipo de conversaciones que se suelen dar en estos casos. De repente aparecen unos taxis que alguien había llamado y nos vamos para el centro.
En este momento se produjo ese fenómeno que todos los que nos hemos puesto del revés alguna vez en la vida conocemos, consistente en introducirse en un agujero negro que te transporta a otro lugar y borra de tu memoria todo lo ocurrido durante el trayecto.
De esta manera aparecí en un garito okupa, sin luz, con palés por el suelo y telas y cosas colgando del techo. Debía haber sido antiguamente un cine o algo así (deducción que hice al día siguiente), ya que tenía unas gradas reconvertidas en una simple cuesta sin butacas, con una pantalla al fondo. Yo pensé “ah, qué guay, van a proyectar algo estos okupas culturetas de Grecia”, pero después de estar media hora de reloj mirando una lucecita azul que se movía sobre la pantalla al ritmo de música electrónica machacona, entendí que no iba a ser así.
A estas alturas ya me empecé a encontrar mal. Le tiré media Heineken por el pantalón a Axel Rose y creo que mantuve alguna conversación con alguien… y llegó ese momento que todos esperáis.
Estoy sentado en la cuesta y me doy cuenta de que voy a potar. Me levanto corriendo, pero obviamente no me da tiempo a llegar al baño. Intento retener la pota con la mano, comprobando que no va a ser posible. Se me escapa un chorrito… Tengo que recurrir a soluciones extremas… y esa solución, una vez más, es LA TÉCNICA.
Con la mano en la boca, un tío me para para preguntarme si estaba bien, pensando que me habían pegado o algo, a lo que contesto con un explicativo gesto de cabeza que le hace caer en la cuenta de la situación. Llego al baño. Busco la luz. No hay, es un puto garito okupa. Encuentro una taza y me desahogo aliviado. Cuando me voy a ir me doy cuenta de que la mitad de la pota la he echado sobre la tapa cerrada del váter, la otra mitad está en mi camisa, y estoy masticando algo de comida no identificada.
Lo que siempre pasa.

Supongo que para la mayoría, estas explicaciones tan detalladas os resultarán asquerosas, pero tengo lectores a los que no podía defraudar. Mis disculpas a los demás.

Voy a volver a hablar en pasado, que esto de cambiar de tiempo verbal está muy mal visto.
Volví a la cuesta, y mis amigos se dieron cuenta de que me estaba quedando sobado, aunque en realidad sólo estaba pensando en mis cosas con los ojos cerrados. Decidieron que había que llevarme a casa, y así lo hicieron, no sin tener que aguantar los típicos improperios sobre que “nadie me tiene que llevar a ningún sitio, que yo estoy bien porque cuando estoy borracho no se me entiende nada y ahora se me entiende perfectamente todo”.

Voy a resumir todo lo demás en unas cuantas brief breaking news, que ya me he cansado de escribir, y vosotros probablemente de leer:
- Al final me quedo en Vasiladiou 5-7. Como os imaginaréis, solo lo hago por no tener que cambiar el nombre al blog. Los problemas con el agua e internet parece que se han solucionado, y Big Mamma se ha ido con toda su familia a pasar el invierno a Atenas. Mola!
- El finde pasado hice un viaje a uno de los lugares más bonitos en los que he estado en mi vida: la isla de Zakynthos, Zante en castellano. Inolvidable fin de semana con Antonio, otra Rocío (la mía estaba en Esparta con el novio) y Toni, el simpático y locuelo rastafari. Si alguien planea venir en marzo-abril es probable que os lleve. No adjunto foto para que os sorprenda de verdad el lugar. Merece la pena, pero si os queréis spoilear, vosotros mismos.
Bueno, sí pongo foto, pero sólo para que nos veáis a los 4.


- Mis coleguitas españoles se fueron y ya han llegado los nuevos a Patras. Les conocimos el otro día, ya veremos cómo se desarrolla la cosa. Para abrir boca, esta noche tenemos fiesta y mañana barbacoa. Pinta bien.
- El producto español arrasa en Grecia. Ya me han parado 3 veces por la calle para preguntarme si era español, y les encanta!! Señor Marracas, spanish looove.
- Por fin tengo mi propia habitación!! Aquí os pongo unas fotillos donde podéis apreciar que hay espacio suficiente para varios sacos de dormir en el suelo, y que mi edredón erasmus es el más hortera que encontré y estoy orgulloso. No se aprecia bien en la foto, pero en la estantería está Chiquitín Cejacas.


Dani, buena suerte en Copenhäagen-Dazs 2: el Retorno del Capitán Dinamarca.

4 comentarios:

Moriangray dijo...

Mario! ¿Dónde está la otra cama?
Por cierto, hoy he recordado aquella borrachera en casa de Eva en la que acabaste llenando de vodka con patatas su escobilla del baño, pero reconozco que esta la supera.

Mario dijo...

La otra cama se ha transformado en una cama supletoria que tengo escondida en un recoveco. Así tengo más espacio, las dos camas juntas no quedaban bien.
Qué gran pedo aquel de casa de Eva, con esas patatuelas en su tinta de vodka negro... Y esas carreras que me pegué alrededor de la casa al amanecer.

Daniel M. dijo...

cabronazo...
aqui hay 5 grados por la noche y vosotros por ahí en camiseta...
que envidia.


por cierto, esa cama la veo muy pequeña para follal, no?

tu por lo menos tienes piso..

Carola Rodríguez dijo...

jo Mario, llevaba un retraso de la leche en tu blog. Pero ya me estoy poniendo al día.

Ahora por lo menos parece que no vives en el tercder mundo y que no solo te pierdes por montañas :P