miércoles, 22 de octubre de 2008

Welcome to Routine

Los que tengáis facebook y además seáis algo cotillas, os habréis podido dar cuenta de la cantidad de fotos perniciosas en las que me están taggeando. En aproximadamente la mitad del total de las fotos de mi perfil tengo cara de borracho, o un careto que indica que lo estaba.
No tengo absolutamente ningún tipo de defensa. Es cierto, aquí bebo mucho. Demasiado. Y lo peor no es eso, es que no hago otra cosa. No hago deporte, no voy a clase… solo salgo de fiesta y estoy con el ordenador.
Ahora estoy con el ordenador, esta noche salgo de fiesta. El típico día Erasmus para mí.

De esta última semana cabría destacar un par de fiestas por encima de las demás:

- Happy Birthday, Haizea.
El viernes pasado celebramos el cumpleaños de una de las españolas de aquí, a pesar de lo que su nombre os pueda hacer pensar. Me auto-corrijo para decir que es vasca, ya que yo, a pesar de ser madrileño, soy muy respetuoso con el tema de los nacionalismos. Excepto con los escoceses. Putos escoceses, se creen que no pertenecen al imperio.
Su cumpleaños no es hasta dentro de dos semanas, con lo que creo poder asegurar que es la celebración de cumpleaños celebrada con más antelación a la que he asistido nunca. Compramos un gran cartel que rezaba “Happy Birthday”. Compramos globos y pintamos en ellos horribles caras, mensajes de felicidad e improperios contra los escoceses para crear ambiente. Compramos 300 velas. Compramos un par de regalos absurdos. Compramos vasos de plástico. Invitamos a 25 personas. Hicimos 8 o 9 tortillas y compramos 2 kilos de tzatziki (al que los españoles siempre llamaremos salsiki). Repartimos todo aquello por el jardín de nuestra casa y la fiesta estaba preparada. Peru, su novio (no es un diminutivo), supuestamente me iba a dar un toque cuando estuviesen llegando. No lo hizo, así que la sorpresa no fue tanta, simplemente fue un: “- Ey, qué hacéis?”. “- Ostia… FELICIDADEEEEES!!!”. Bien es cierto que mereció la pena por ver su cara cuando descubrió en nuestro jardín lo que habíamos montado, incluyendo a 20 españoles a los que no conocía.
Después de cenar y ponernos hasta las trancas de calimocho, con el musicote de mi Mac petando la fiesta con sus potentes altavoces, la gente comenzó a dispersarse por diferentes puntos de la casa, lógicamente. Una de las Lauras me propuso algo a lo que en un principio me mostré reacio… Llevaba un vaso en la mano con un líquido blanco. Atacó mi virilidad diciéndome que no me atrevía a bebérmelo, y le dije que no, que me la pelaba. Pero después usó otra táctica a la que nunca he sabido decir que no: el hermanamiento alcohólico. Así nos encontramos cada uno con un vaso hasta arriba de whisky con leche en la mano, dispuestos a bebérnoslo en plan hidalgo. Si no tenéis ningún juicio ni miedo a los problemas gástricos, tenéis que probarlo! Lo de que la leche con alcohol corta la digestión es un mito que cayó aquella noche. Como no había más whisky, yo me tomé un segundo vaso de ron con leche. Laura estaba demasiado borracha y se rajó. Más tarde la noche la absorbería y se volatilizó sin previo aviso.
A duras penas conseguimos sacar a toda la gente de casa e ir cogiendo diferentes taxis que nos llevaron poco a poco a Platea Georgiou, centro neurálgico de Patras y lugar de reunión en cualquier quedada, ya que no conocemos el nombre de más lugares en esta ciudad. Algunas personas se quedaron por el camino, otras se nos unieron.
El caso es que tras intentar entrar en un sitio en el que nos pretendían cobrar 8 euros, acabamos en el Steps, que tras esa única visita se convirtió en mi garito favorito de Patras al escuchar el “Walk the line” de Johnny. Un garito poperro y petado a reventar de gente… como en casa. Dando botes como gamberros, of course. Y gratis.

- Taberna y Tajada Maja.
Otro día indeterminado de esta semana decidimos quedar para jugar a los bolos. Fuimos 14, así que nos dividimos en 2 pistas. La nuestra fue patética, creo que Luismi y yo nos quedamos en menos de 70 puntos y Rocío y Laura empataron en cabeza con 120 puntos.
Después de los bolos decidimos ir a una taberna (“taverna” aquí), que aunque por el nombre suene a antro lleno de enormes y peludos marieneros borrachos, son restaurantes típicos de Grecia, tipo bistro. Cenamos de puta madre y bebimos vino pagando solo la primera ronda, todo por 8 euros y medio, en un local de ambiente agradable. En algo se tiene que notar de vez en cuando que España está 20 años por delante de esta gente.
Salimos comprensiblemente tocados de allí, y alguien dijo de ir a un local que conocían de otra noche, el Taj Mahal.
Cuando entras en el Taj Mahal piensas que es un burdel. Iluminación a base de velas y luces rojas, sofás y camas… Como en las mejores épocas en las que íbamos a El Puti, pero con mucho más glamour. Hicimos algo que no había hecho en mi vida, y que me hizo sentir importante y adinerado: pedir una botella. 50 pavos la botella a repartir entre 4, que si echas cuentas te sale más económico que copas por separado. Y todo el zumo natural de naranja y limón que dispenses.
Esto, unido a otra botella de tequila que nos dejaron por 15 euros, hizo que todo el mundo fuese completamente tajado. Incluyendo a Rocío, que por si no os lo he comentado, ya pimpla como la que más. Llegó bebiendo Martini y Smirnoff Ice, y ahora se bebe 3 vasos de vino, 3 copas de vodka y 4 chupitos de tequila y está más fresca que una lechuga. La corrupción del erasmus.
Nidhi en cambio ese día se vio más afectada por la ingente ingesta de alcohol, y se pasó cerca de una hora en el baño potando. En un momento dado, Cheryl, que era la sujeta-melena que la acompañaba esa noche, subió para pedirme mi chaqueta para Nidhi. “Será que tiene frío” pensé yo, rogándole a Cheryl que se cerciorase de que no usase las mangas para limpiarse restos de vómito. Más tarde Nidhi nos contó en un estado de semi-embriaguez que le había pedido “coke”, no “coat”. Me encantan estos malentendidos lingüísticos.

Necesito una rutina.
Necesito algo que hacer.
El caso es que me gusta estar así, pero me siento mal conmigo mismo por llevar esta vida pendenciera.
Ya ni siquiera vamos a la uni a comer. Lo peor no es eso, sino que ya ni siquiera comemos.
Me acuesto borracho a las 5 o 6 de la mañana, me levanto a las 13 o 14 y desayuno, y ya hasta la noche, que cenamos una pita o cualquier otra mierda y volvemos a salir…
El otro día me encontré a mí mismo con Rocío, cenando tzatziki con bollos de chocolate, comiéndonos previamente la parte del chocolate a bocaos porque si no la mezcla con el ajo del tzatziki resultaba algo extraña. No pude evitar tener una sensación de interrail que hacía tiempo no tenía… y me encantó! Todo esto porque por la tarde nos había dado pereza ir al supermercado que está a 3 minutos de casa.

Hoy teníamos la buena intención de ir a jugar al fútbol, estaba todo planeado. Pero resulta que hay huelga de taxis y autobuses en toda la ciudad, y no tenemos manera de llegar a la universidad… Vamos a intentarlo con los servicios mínimos.
Me cago en Patras.

8 comentarios:

Sara dijo...

He sentido un escalofrío al leer tu post... He sentido miedo... Un nuevo Dani, un nuevo monstruoso Erasmus borracho está naciendo en ti. Yo cuando te dejé en mi portal y te di un beso de despedida y me subí tan contenta a casa con mi foto de regalo... estaba tranquila. Ahora... ahora ya no se que pensar. Turururururuuuuu! ("La invasión de los ladrones de cuerpos de estudiantes Erasmus")

helencita dijo...

país nuevo: 1 punto
fiestorro padre: 1 punto
volver a ver a Mario: 3 puntos

wisky con leche: -7 puntos!!

Me temo que vas a tener que ofrecerme algo mas!! el baremo de puntos para ir a verte aun tiene resultado negativo!!!

Ah!! se me olvidaba! MUUAAAA ;)

Jay L. dijo...

Avísame de si aceptan filósofos abstemios en Patras.

En la nueva entrega de P.W., su compañero, el Chico de la Cámara, cae en una marmita de calimocho, y adquiere el superpoder de exudar alcohol. Vete preparando.

Daniel M. dijo...

jajajaja... ahora sabes lo que se siente.
el resto de la gente no nos comprende. se creen que se puede ir de erasmus y hacer cosas útiles... pobres ilusos. Me encantará hablar contigo para consolarnos.

Dani dijo...

jejeje, pero al final si jugamos al futbol, saltando la verja del colegio (a pesar de que un griego nos prohibió hacerlo xD)

Adrian Dantley dijo...

¿Se habla mucho de Fernandito Marques por alli?
El otro día marcó con el Iraklis de Thesalonika...jajaj

E-DWARF dijo...

xD

Como os lo pasáis, cabrones :-p Yo quiero probar el güisqui con leche ese.

Un saludin desde Atenas.

Alvaro dijo...

Eh, SE PUEDEN hacer cosas de erasmus, yo al chaval q visité en Holanda le vi en el equipo de futbol sala de la facultad y bebiendo lo justito!!

Mario, que te vas a poner fanegas! Y cuida la alimentación! (soy una mamá)