viernes, 31 de octubre de 2008

Conversations with Metheora

Me he levantado a las 14.30, he abierto la ventana, y... me he llevado una ostia. Otra vez hace 28 grados en Patras. Y estamos prácticamente en noviembre.
Y yo durmiendo con edredón. Me he levantado como un pollo, claro.

He soñado cosas raras. He soñado que volvía a casa y veía a mi familia. No es que les eche de menos, pero después de ese sueño como que me ha entrado un poco de morriña. Cogía cosas como las gafas, a las que estoy echando increíblemente de menos después de haber perdido aquí mis poperas gafas de pasta. Tendré que volver a usar las de niña. También he soñado que estaba jugando al futbol con gente de aquí y de Vallecas (Adri, Luisen, Juampe… esa gente). De repente, por esas cosas que pasan en los sueños, no era yo quien estaba jugando, sino que era un partido entre el Barcelona, el Real Madrid y el Depor (jugaban los tres equipos a la vez, no me preguntéis cómo), en el campo del Rayo. Yo lo veía con mi tío Gabriel del pueblo y perdía el Real Madrid y yo me reía.

Hoy hace justo una semana que partimos para Meteora. Como el viaje ya ha perdido actualidad, no me voy a extender demasiado en él, lo siento. Tampoco es que pasasen tantas cosas interesantes, anyways. Escribo esto casi por obligación, así que no va a ser un gran post.

Viaje de chorrocientas horas en 4 coches alquilados la mar de molones. Las carreteras griegas dan miedo, sí, pero si vas con cuidado no son tan peligrosas. Pensaba que iba a ser mucho peor. Eso sí, antes de salir de Patras ya nos habíamos perdido dos coches, algo que se repitió varias veces durante el viaje de ida y el de vuelta. Benditos teléfonos móviles.

Meteora es absolutamente impresionante. Es uno de los más bonitos en los que he estado en mi vida. Y sospecho que me voy a tirar todo el año en Grecia diciendo esta frase, porque de verdad, cada lugar supera al anterior.
Unas fotillos (hay algunas más en facebook), en las que no se aprecia ni la mitad de la magnificencia del lugar:

Como veis, se trata de una zona rocosa, donde los monjes se dedicaron a construir monasterios en lo alto de cualquier cima medianamente alta e inaccesible. Les gustaban los retos a estas buenas gentes de Dios.
Tuvimos que subir como 10 millones de escalones para cada monasterio, y las chicas tenían que vestir unas faldas muy a la moda Monjes Otoño-Invierno para poder entrar. No les dejaban con pantalones.
Nos alojamos en Kastraki, un pequeño pueblo al pie de estas montañas, en una especie de camping que también tenía habitaciones normales. No había extintores.

Si he de quedarme con algo del viaje, me quedo con las conversaciones:
- ¿Qué probabilidad hay de que un mono, pulsando teclas de una máquina de escribir durante un tiempo determinado, escriba una obra completa de Shakespeare?
A primera vista puede parecer un tema no demasiado interesante, pero la estadística y la probabilidad son apasionantes. Sobre todo si alguien se ofusca y se lo tienes que explicar una y otra vez con unos chatos de vino encima.
Duración: 1 hora y media. Conclusión: cuanto más se acerque el tiempo a infinito, la probabilidad de que el mono escriba la obra de Shakespeare se acerca más al 100%.
- Noche de chicos, hablando sobre tías y relaciones.
Esta conversación es mucho más interesante cuando se meten chistes sobre bebés muertos de por medio y tienes una copa de ginebra con limón en la mano. Fue una gran noche, y Ángel consiguió una auténtica pulsera comboloy que le regaló un viejo borracho y obsceno.
Duración: 3 horas aprox. Conclusión: en Meteora no hay tías buenas, pero volvimos a dejarnos guiar por la Longay Planet y acabamos en un bar de gayers.
- El problema vasco.
Estábamos de botellón, y ya nos íbamos a algún pub cuando surgió el tema al empezar yo a cantar el "Ator, ator". Dijimos que lo íbamos a hablar 5 minutos, pero la cosa se nos fue de las manos. Fue una conversación completamente civilizada con diferentes puntos de vista y con vascos de por medio. El problema es que estábamos mamaos y borrachos y, según nos han contado Haizea y Héctor, que iban sobrios, la situación desde fuera era completamente esperpéntica. Se comenta que Ángel y Alberto tardaron 15 minutos en entenderse en una frase.
Duración: 2 horas. Conclusión: el problema vasco es que allí no se folla, según Antonio.
- Matrimonio y costumbres en la India.
Conversación sobre diferentes costumbres religiosas y formas de interpretar la vida y su sentido, centrada en las opiniones como hinduista de Nidhi, y los contrastes con la sociedad occidental. Bastante interesante, siempre con un freddo capuccino sobre la mesa.
Duración: 1 hora aprox. Conclusión: a los hindúes les gustan las estrellas y dar muchas vueltas alrededor de una hoguera, mientras que a los occidentales no nos gusta casarnos, pero nos encanta divorciarnos.

El día que vimos Meteora compramos jamón y queso para comer todos, y el jamón estaba podrido y desprendía uno de los olores más asquerosos que he olido en mi vida, junto con los calcetines de Ángel. Así que 16 personas tuvimos que alimentarnos ese día a base de sándwiches de queso con patatas fritas de bolsa machacadas.

El viaje de vuelta lo hicimos por separado. La noche anterior nos quedamos hasta las tantas Haizea, Peru, Ángel, Alberto, Héctor y yo. Gracias a Héctor que decidió quedarse aguantando a una panda de borrachos porque tenía que devolvernos a nuestras camas sanos y salvos con el coche. Pues Aberto, Ángel y yo decidimos quedarnos durmiendo un poco más en detrimento de ver el desfiladero de las Termópilas, que por muy bonito que sea, ni se nos hubiese pasado por la cabeza parar allí antes de la película 300. Nosotros nos levantamos 2 horas más tarde, le pisamos un poco más, y nos encontramos con los demás coches allí, para ya ir todos juntos hacia Delfi (no el dibujo animado, sino el templo griego).
Dicen que el complejo de Delfi está construido porque aquí se encontraba el oráculo, al que se debían consultar las decisiones importantes. Si habéis visto la mencionada peli de 300 sabréis que el oráculo era una tía buena casi en pelotas y puesta hasta las cejacas de sustancias alucinógenas.
En fin, que aquello es una pasada. Construido al pie de las montañas, en una zona preciosa. Se conservan el Templo de Apolo, un estadio, el gimnasio con las termas, las calles… Muy chulo y cerca de Patras, igual a alguien que venga le mola verlo.

La excursión se cerró con una cena en una taverna (con "v") de Patras.

8 comentarios:

almudena dijo...

Capuccino y conversaciones surrealistas... si casi hacemos los mismos planes!

Qué cantidad de sitios chulos hay en Grecia la verdad. Al final va a resultar que has hecho una buena elección de nueva patria.

Daniel M. dijo...

tio aqui nunca hemos tenido noche de tíos en mas de un año que llevo aquí...

Longay rules.

Mario dijo...

Qué significa exactamente eso?
Es malo?

Alvaro dijo...

Joder, ME MOLA!!!

Habia cachonda llena hasta arriba de sustancias y medio desnuda??? XD

Sara dijo...

Voy a dejar de leer tu blog... q puta enviiiidia!Por las fotos y lo que cuentas, este es el sitio más tentador del que has hablado...a ver si tengo suerte y me toca a mi verlo!
La longay planet, es la ostia. Localizador de garitos gayers allá donde vayas.

Adrian Dantley dijo...

La hostia hasta sueñas conmigo!
¿Y era un futbolista de nivel o un matao que se arrastra?

Patras rooolzz!

Jay L. dijo...

...Jopetas, NECESITO DINERO y lo necesito ya; también quiero ir a excursiones bonitas.

¿Sabes si te ha cazado ya el B.B.?

Mario dijo...

Brigitte Bardot, prima?